Qué manera de amar
lo inexistente,
qué manera de ver
lo que no había.
Qué soberbia en la
desdicha
de no aceptar tu muerte,
junto con la mía.
Porque muere no sólo
la carcasa,
muere también la
vida en agonía.
Muere el alma
que no ama,
que no ríe,
que no vibra.
Y tu alma
murió joven;
qué soberbia
la mía.
Querer robarle
el tiempo a la vida
reteniendo las agujas,
curando heridas.
Muere tu alma,
muere la mía.
Qué soberbia
en la desdicha
de no aceptar tu muerte,
junto con la mía.
– Poli Impelli –
Que puedas dar y recibir Abrazos Infinitos en tu Vida. Gracias por compartir:
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Publicado por Poli Impelli
A veces parece que tenemos todas las respuestas, y la vida nos propone más preguntas.
Mi manera de resolverlas es mirándome para seguir descubriendo y afirmando que nada me hace más feliz que leer y escribir.
Aunque mi CV sea amplio y variado como los años que cargo encima, no te interesará.
Aunque te diga de dónde vengo y hacia dónde voy, no te interesará.
Aunque te pida a gritos que me leas, no lo hagas. Nada más digno y vivificante que la libertad.
Quédate, solamente, si puedes leer entre líneas mi palmada en el hombro, mi patada en el culo, mi sonrisa abierta y franca, porque entonces habrás entendido de qué se trata.
Yo solo sé que no sé nada, pero sí doy lo que tengo para dar. Quien pueda tomarlo, será siempre bienvenido/a.
ABRAZOS INFINITOS, de esos que estrujan el alma y la piel para siempre.
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Gran fuerza contienen tus palabras
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Gracias, detrás estoy yo (y de mi estúpida soberbia he aprendido ;-))
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Dios enseña de maneras misteriosas, cada día una lección…….Y yo con TDAH.
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Jajaja, así es! Lo importante es aprender de la enseñanza 😉
Abrazo, y gracias por leerme
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Genial. Enhorabuena.
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Gracias por tu comentario y por pasar.
Fuerte abrazo.
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