Me llamo Nayan y tengo 28 años. Soy lo que quedó, vivo donde me dejan. Mi infancia, en aquel país donde nací y donde mi niñez olía a pólvora, invade a diario el presente, que me busca desde el pasado. Todavía me acuesto en las noches acurrucado en mi mujer. Aún sueño; sueño con cielos rojos de fuego, con ruidos ensordecedores y voces pidiendo auxilio. Aún veo los ojos quemados, los cuerpos mutilados y los rostros de todos aquellos pequeños amigos que alguna vez tuve en mi pueblo. Me dijeron que quedaron pocos; más bien me enteré con los años, porque en las guerras que los poderosos libran hay detrás un velo negro que se encarga de tapar las heridas que no vemos.
Fueron tres disparos que sonaron a portazos. No es que con seis años no supiera lo que eran, mas me dormía cada noche creyendo con fervor que eran puertas que se abrían y cerraban. Mamá tenía la costumbre de gritar: «¡una puerta, una puerta!», para no mencionar la palabra real que avisaba una tragedia. Así vivíamos, así se fueron… ellos.
Con un ojo seguí mirando, pues el otro quedó enterrado. Solo miro de frente y de a ratos para un lado; y aunque me niego, me han dicho que es bueno recordar lo que sí tuve: una madre que se aferró a mi hermano menor hasta en el último suspiro, y un padre que corrió por ellos, pero al llegar no pudo dejarles solos y con ellos se marchó por siempre.
Trajes verdes, azules, blancos y rojos; ese es mi recuerdo. Bomberos, voluntarios, enfermeros, médicos, amigos. A ellos les pedíamos algo en súplicas, entre escombros y sonidos, entre gritos y gemidos, sobre la línea delgada que separa la vida de la muerte. Hoy miro y escucho todo desde lejos, pero sé que sigo estando ahí; yo sigo gritando adentro, gimiendo y pidiendo en algún lugar escondido de mi corazón que me liberen. Todavía sueño… sueño que los que vengan tras de mí a ocupar las tierras baldías que dejamos no tengan que ser rescatados, enterrados o dejados a su suerte. ¿Es destino o suerte estar en el primer grupo? Quizás solo una lacra, quién sabe…
Sanar, yo sé bien que sanar es otra cosa; es algo que voy aprendiendo con los años, a lo lejos desde cerca. Cerca porque no olvido de donde vengo, y lejos porque mi pueblo arrasado en escombros tiene otro nombre, abriga a otras gentes, pero la misma lucha late constante en su tierra por no saber a quién pertenece.
Sueño. Sueño que viven en mí los que se fueron, sueño que aquellos que desde afuera encienden y apagan vidas con soberbia alguna vez nos miran; sueño que esto en algún momento se termina. Sueño con cielos libres de humo y de explosiones, con campos verdes y niños con cuerpos debajo de sus pieles. Sueño con mi familia ya libre del sufrimiento, que no tienen que soñar todo lo que llevo yo soñando tantos años. Sueño, como alguna vez soñó John Lennon, a toda la gente viviendo en paz, sin implorar ningún otro sueño.
Un solo ojo me es suficiente para seguir viendo lo que otros con los dos no pueden ver; será por no saber lo que se siente cuando uno se acuesta mirando por una rendija el cielo, esperando con los ojos cerrados que el próximo estruendo no te arrebate lo que más amas y lo que está a tu lado. Cada noche miro a mi mujer y me parece un sueño, me siento bendecido al ver su rostro con este ojo tan fino, su paz y la certeza de que al lado suyo no habrá más humo ni puertas que de un golpe se cierren.
Yo no sé si los sueños sirven de algo, pero sí sé que no quiero más portazos. Quiero puertas que se abran, quiero luces en las casas, quiero cielos bien celestes, quiero soles que iluminen las miradas.
¿Será mucho lo que pido cada noche que me acuesto? ¿O es que sueño con que nadie tenga que sentir lo que yo he sentido allí tan lejos siendo un niño?
En todos mis rincones tengo sus nombres grabados y a cuestas llevo su esperanza, sus temores, los deseos no cumplidos, lágrimas, llantos y sonrisas. Y cuando vaya a buscarles habré dejado tatuado el legado en la piel de quien conmigo viva y quiera seguir soñando, manteniendo con vida al pueblo que se ha marchado.
– Poli Impelli y Marguimargui –
TEXTO SOLIDARIO. Proyecto de Scripto.es para Médicos sin Fronteras.
Comparte, pero respeta mis derechos de autor.
Qué colaboración más importante. La historia real, estremecedora, reflejando con profundidad el sentimiento de tantos niños y de tantas familias destrozadas por la sinrazón. Habéis removido conciencias con este homenaje a los que sufren en su propia carne los desastres. Un abrazo muy especial.
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Gracias, María!
Un placer recibir tus cálidas palabras. Abrazo especial de vuelta, de parte mía y de Margui. 🙂
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Hermoso y duro relato! me dejaste sin palabras, como siempre que te leo
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Gracias, Verónica, por leerme y comentar.
Un fuerte abrazo.
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Magnífico y muy real !!
Felicidades a las dos, un abrazo
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Muchas gracias, Francisco.
Gracias por pasar y comentar.
¡Abrazo de vuelta!
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Sobrecogedor relato, tienes una emoción tan bella para contar historias que me emociono cada vez que te leo.
Qué tremendo es saber que ese niño es real, junto a tantas miles de otras almas que sufren con la guerra. ¿cuándo se acabará ese dolor? Un abrazo para ti y para Margui.
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Muchas gracias, Carolina.
Lo escribí hace años, en la India, y lo que veía a mis costados me emocionaba por demás. Si no lo escribía, iba a quedar envuelto en mi corazón. Y Margui que le dio color y el puntapié final tres años después.
Ese niño fue y es real. Esos jóvenes también; otros, enmudecen para siempre al dormirse. Cielos celestes, estamos acostumbrados a los cielos celestes, que otros jamás pueden ver ni disfrutar.
Nuestros abrazos de vuelta y gracias por leernos. 🙂
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Duro y bien escrito.
¡Enhorabuena a ambas!
Un improbable álef 3
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¡Muchas gracias, Francisco!
¿Por qué improbable?
Van los míos 🙂
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¡¡Ya lo habéis escrito!! ¡¡Como os odio (pero de buen rollo)!! Eso sí, está genial… Qué alto está el listón
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Te aviso que yo nunca me decido cuando te leo: no sé si amarte u «odiarte» cuando suspiro con tus poemas. Si serásssss! 😉
Gracias, cuando quieras te tatuamos un poema en la espalda (Margui es experta), ja.
Abrazos de los míos, gracias por pasar!!!
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Punto débil, me encantan los tatuajes… Y en la espalda me queda hueco libre
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Margui… te hablan. 😉
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Si voy te muerdo fijo
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Con lengua?
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Pero de de cuando coño es esto, que hasta los dientes se me han caído…
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Y a mí el pelo
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Pues vamos a estar para cogernos con pinzas
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¿Coger con pinzas? Wow (me suena a 50 sombras de Margui… ¡manden fotos!) 😛
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Estáis cochinos o soy yo que me lo pienso?
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Pues sí… Unos desastres preciosos
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Poli se lleva el coger a lo argentino la muy cochina
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😉 (yo tomo lo que leo, eh!)
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He sentido un puñal en mi espalda, y cuando creí que había terminado, se retorció en mis entrañas…. Niño, siempre por delante jajshaga, y fue Poli Pocket, yo solo le puse un poco de música jahaha.
No me bloquees que te quiero jahshsgs
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Solo la música? Sabes?? Mi mente retorcida traduce eso en «no tenía ganas de escribir uno por mi cuenta así que me aproveché de Polipocket, y así maté la mosca de un soplido»… Jur, jur…. Ahora puedes aprovechar el puñal para clavarmelo a mi
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Perdón que me meta donde no me llaman… jeje. Fui YO quien abusó de ella, lo reconozco. Hago mi mea culpa. Polipocket abusó de la pluma y genialidad de Marguitatuadoradeespaldas. Es que… es irresistible; en dos patadas te da vuelta un texto. Pero bueno, dejaré que te claven un puñal (te tatuaremos la espalda, haznos un poema de los tuyos así suspiramos mientras te hacemos daño).
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Vale, lo retiro todo, y entiendo que te quieras aprovechar de ella… Pero mira… Si vais a suspirar, no quiero estar bocabajo. Perdón, ha vuelto a hablar mi mente retorcida
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Acomódate como quieras, pero haznos suspirar con un poema 🙂
(tu mente retorcida no es ni mejor ni peor que la nuestra. Estamos en igualdad de condiciones).
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Vale, pero aviso: no me hago responsable de los versos que broten de mi boca en esas circunstancias… Hay veces que no me entiendo ni yo
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Borges decía que ese es un buen signo de salud, porque entonces te sigues cuestionando hasta lograr entenderte. Elige un día en que te entiendas a medias, así logras versos que son tuyos y otros de tu retorcida inconsciencia 😛
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Te haré caso, y me quedaré con eso de Borges también…
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🙂
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Joder!!!! Y que siempre, siempre voy tarde….
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Tu no vas tarde, eres como Gandalf… Vas y llegas justo cuando te lo propones
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El brillo de los anillos me distrae, y me pierdo casi siempre.
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Ni pensaba, ni pienso, escribir nada cuando no tengo alimento… Y ya que te pones cerca, mucha hambre estás pasando para casi tardar una vida, en escribir un poema, que es simplemente una regalo.
Tocado… Hundido…. Te quiero
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Sí, estoy tardando. Si te refieres al texto solidario, estoy tardando porque no es un poema. Si te refieres al poema que dice Poli que escriba, todavía no me he puesto, pero como me ponga…
Son las cuatro de la mañana… Decir que me quieres a esta hora es trampa, que mañana no me acuerdo
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El vello erizado y una lágrima que se atropella con otra por salir. Una tristeza enorme que me habéis dejado por aquí dentro. No podíais haber escrito nada más real y terrible.
Os beso a ambas.
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Gracias, María. Va nuestro beso de vuelta por dejar tus emociones con nosotras.
Es triste, pero es real. Y son millones viviendo lo mismo, en este planeta donde aquí mi cielo es celeste, y para otros sigue siendo rojo… vaya a saber hasta cuándo.
¡Gracias! Abrazos infinitos.
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Cuando el barro toca tus dedos, solo te queda el deseo de acariciarlo por dentro y dejar en el un poco de ti.
Besos perra
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Y no sacarte más de encima aquel barro que te trajo a buen puerto. ¿Será suerte o destino?
GRACIAS, perra, por tu toque mágico y por participar conmigo (debes aprender algo: los argentinos tenemos ese inmundo «don» de «convencer» con suspiros… NO me hagas caso. ¿Lo entiendes? :-P. Pero gracias!!!).
Más besos.
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Venga… Explícamelo, que los españoles convencemos a garrotazos… Se explicita…
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¡Si habré recibido garrotazos! :-P. Te lo explico con un poema… dame unos días y lo entenderás a la primera. (Explícita. Ok)
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Jajaja en unos días se me habrá olvidado fijo de lo wie hablábamos, mejor dicho, jahaha se me olvidó ya. Ains wue mal voy
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Tómate la pastillita. ¡YA!
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Si son las pastillas las que me tienen flipando jahafa
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Cuál es la parte que ha escrito mi chica guapa? lo pregunto porque lo entendí todo y a ella generalmente no le entiendo una mierda de lo que escribe 😉
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Por favor, Chus. Aquí tomamos MATE. Si me haces reír así, escupo la pantalla, ¿lo entiendes? Y no es «muy femenino» que digamos… 😛 JAJAJAJA.
No seas tan malo, ¡eh! Este texto lo escribí yo inicialmente, y tu chica guapa ha metido sus correcciones, cambios y otro vocabulario. Así que ya ves… nos has entendido a las dos por igual. Ole! 😉
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🙂
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El relato es de Poli, entero y verdadero, yo solo me metí donde no me llamaban jabshs
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¡Yo te llamé! Porque Nayan te necesitaba…
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Tú me llamaste porque estabas rebotada con Brad
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MUY rebotada. Sobre todo cuando le dejo mensajes y no me contesta.
Pero yo te llamé porque un texto escrito en el 2013 merece una mirada ajena del 2016. Actual y precisa. Ya ves… un «gracias» me queda con gusto a poco. Tendré que cruzar el charco… qué penita. 😛
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Me ha dicho Brad que no te contesta porque se siente utilizado y a este paso yo también jajaja que el charco quieres cruzarlo sí o si jahaha
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Sin tu pluma esto no tiene sentido, y Nayan no se hubiera expresado así. El sentir es todo tuyo, en tus palabras, y eso es lo que transmites.
A Brad que le den. A ti, jamás (o depende cómo se mire… aquí significa otra cosa, ja).
Sí, ya voy nadando 😉
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Ya me estás ganando y dejando a dos velas
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Gafando
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Sobrecogedor, pero real y tierno al mismo tiempo. Muy bien planteado en primera persona, narrador, testigo y triste protagonista. Felicidades.
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Gracias, Yolanda.
Margui y yo te agradecemos tu opinión y que estés presente. 🙂
Abrazos infinitos!
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