¡FELIZ DÍA, CATALUÑA!

Desde el año 2007 recuerdo cada 23 de Abril. Será que amo tanto los libros como sentir a la gente enamorada. Habiendo sido también mi tierra, cada 23 de Abril me emociona con los recuerdos… No importa donde me encuentre, tomaría cualquier medio de transporte para estar aunque sea sólo este día allá, Barcelona querida.

¡FELIZ DÍA DEL LIBRO; FELIZ DÍA DE AMOR PARA TODOS POR ALLÍ!


Desde mediados del siglo XV, el 23 de Abril se celebra cada año en Cataluña la Diada de Sant Jordi (San Jorge). Sant Jordi es patrón de Cataluña desde el año 1094, y es para los catalanes el héroe protector que venció al dragón y salvó a la princesa, símbolo de la victoria sobre el mal.

A lo largo de los años, se ha consolidado como una fiesta tradicional y emotiva en la cual los enamorados se intercambian una rosa y un libro. Es una fiesta popular y pacífica, que exalta unos valores tan humanos como son el amor, la cultura y el patriotismo.

Las rosas y los libros, que se regalan a las personas queridas, llenan por un día las calles y las plazas de todas las ciudades y pueblos de Cataluña. Es por lo tanto una fiesta de participación popular con unas características probablemente únicas en el mundo, tal vez, entre otras cosas, porque es un día festivo que los catalanes celebran trabajando.

Sant Jordi es, por excelencia, el patrón de los enamorados en Cataluña, robándole en este sentido casi todo el protagonismo a San Valentín, aunque muchos catalanes lo celebran tanto el 23 de abril, como el 14 de febrero. Pero casi todas las personas que viven en Cataluña siguen la tradición, que consiste en que el hombre regala a la mujer una única rosa roja con una espiga de trigo y la mujer le regala a su amado un libro.

¿Por qué una única rosa roja acompañada de una espiga de trigo y no cualquier otra flor?

Porque según la tradición, en este obsequio se aúnan tres características: una única flor, que simboliza la exclusividad del amor por parte del enamorado, el color rojo de la rosa, que simboliza la pasión, y la espiga de trigo, que simboliza la fecundidad. Por eso es un buen elemento para regalar a una persona amada en un día tan especial como este.

A esta tradición centenaria, se suma el hecho de que en 1995, la UNESCO declaró también el 23 de abril Día Mundial del libro.

La leyenda de Sant Jordi y el dragón es común a casi toda Europa, y muchos países como Inglaterra, Portugal o Grecia la han cogido como suya. En Catalunya, es en la población de Montblanc donde arraigó con más fuerza y hoy en día se celebra la Setmana Medieval de Montblanc. En ella, junto a otros actos, se representa cómo el santo mató al dragón que tenía tiranizada la capital de la Conca de Barberà. En las antiguas murallas de la ciudad, todavía hay un portal conocido como Portal de Sant Jordi, por donde se dice que salió el caballero después de matar a la bestia.

Sant Jordi, por último, marca el comienzo de la primavera. Por eso es el momento de salir a la calle a pasear y disfrutar del buen tiempo. La venta de libros y rosas, además del negocio y la reivindicación cultural, se convierte en una celebración popular en el que se entremezclan otros actos (sardanas, castells, exposiciones…) que hacen que la fiesta sea más fiesta que nunca.

Amé Sant Jordi y seguiré recordando siempre, donde sea que me encuentre, la leyenda y lo que provoca este día precioso en la gente, en el entorno, en la ciudad, en el cielo que lo envuelve y sobre todo en mi corazón. No sólo es el recuerdo, sino que este día me transporta a Barcelona entre libros… entre rosas… a mi gente.

– Poli Impelli –

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